sexta-feira, junho 28, 2013

Respetar....


Estaba acá escuchando un discurso de una senadora de Brasil. Me llamó la atención en tema de su discurso. El respeto al próximo.

Uno de los mas bellos principios del cristianismo es el respeto al próximo. Respetar su manera de ser, de pensar, de vivir. Ese principio se basa en el libre albedrío con el cual Dios nos creo a todos. En su perfección, Dios dio a cada ser humano el derecho de tomar sus propias decisiones, sean estas de acuerdo o no con la voluntad de Dios. El libre albedrío me da incluso el derecho de no creer en Dios si así me parece mejor.

Cuando yo soy cristiano creo y entiendo que existe el libre albedrío. De esa manera tengo el deber santo de obedecer a Dios respetando todas las decisiones que mi próximo hace.

El cristianismo ha cometido el pecado grande de juzgar y condenar envés de respetar y eso nos ha costado muy caro. Nos ganamos la reputación de fundamentalistas, radicales, intolerantes y abusivos. Llevamos la gente a pensar de que nos creemos mas que todos los otros porque somos cristianos. Una lastima que sea así. Peor todavía cuando cristianos piensan que esas palabras suenan como un elogio.

Respetar a mi próximo no es convencerlo de que el esta mal. No es tratar de humillarlo o juzgarlo. Respetar a mi próximo no es ni siquiera sentirme triste por sus decisiones. Respetar a mi próximo es entender que es su vida de el, su derecho de el y que nada, absolutamente nada puede cambiar mi sentimiento de amor y amistad hacia el.

Es triste cuando como cristianos nos alejamos de alguien solamente por que el decidió seguir por determinado camino! “No puedo seguir amigo de alguien así”  es una de las mas tristes y anticristianas frases que pueden salir de la boca de un creyente.

Nuestro cristianismo se prueba no cuando todos mis amigos son cristianos. Mi cristianismo se prueba cuando en mi vida existen personas que piensan y viven de manera diferente de la mía. Ese respeto y ese amor es lo único que un día podría cambiar un corazón.

Estos días al lado de mi mesa en un restaurant se sentaron dos parejas de homosexuales. No eran enemigos, no eran gente rara. Eran hijos de Dios que quizá no crean que Dios exista o quizá si lo crean a su manera. ¿Crees que por eso Dios los dejaría de amar? ¿Porque piensan y viven de manera diferente de la mía yo los odiaría? ¿Intentaría cambiarme de lugar? ¿Salir corriendo del restaurante? Si soy cristiano la respuesta es no. Me quedaría en el mismo lugar, les daría mi mejor sonrisa porque somos los mismo: hijos de Dios que solamente por la gracia lograremos la salvación.

Seria muy bueno poder vivir en un mundo donde la gente se respeta y respeta las diferencias que existen en todos. Pero como ese mundo es utópico seria entonces bueno vivir en un mundo donde al menos yo respeto a mi próximo. Quizá ese sea el primer paso. ¿Y sabes que? Quizá ese es el único paso que puedo dar. Los otros van a depender del respeto de mi próximo.

quinta-feira, junho 20, 2013

Para ti mi hijo....


Hijo,


Tome la decisión de escribirte esta carta después de lo que te paso la otra noche. No se si sabes pero pude ver todo lo que te paso. Creo que no me viste. Estuve bien cerca de tocarte el hombro y decirte para que ya no siguieras por ese camino, para que ya dejaras esas locuras.
La verdad es que a cada vez que sales para vivir tu vida yo te acompaño. Sigo tus pasos, veo los golpes que te das. Por veces hasta tengo la impresión de que sabes que estoy cerca de ti. Por veces te veo mirando hacia los lados como si estuvieras esperando que te abra la puerta de mi auto para que te subas y por fin te lleve a la casa.
La ultima noche estabas molesto. Molesto porque todo lo que planeaste se te fue al piso. Tenias todo tan bien planeado que no te imaginabas lo que paso. Bueno, tengo que confesarte que en parte fue mi culpa. Es que no podría quedarme sin hacer nada simplemente mirando lo que te iba a pasar. Te ibas a golpear tan feo, te ibas a lastimar de tal modo que creo que nunca te recuperarías.
Vi que hombre vestidos de negro se te acercaban. Se hablaban en señales para que tu no los escuchases. Con la mirada se entendían y sin que tu te dieras cuenta te llevaban a un camino sin salida. ¿Cómo podría yo permitir eso? ¿De verdad crees que yo me quedaría mirando y nada mas? Eres mi hijo. Eres los mas precioso que tengo y no importa que tan grande seas o creas que eres yo nunca te voy a dejar solo. Aún mismo cuando me odias y me gritas sigo al lado tuyo.
Me acerque a esos hombres. Nos agarramos a puños. Me golpearon pero yo también les di duro. Tire mis golpes mas fuertes. Los tumbe al piso. Tirados al piso me gritaban: ¿Crees que se acabo? ¡Volveremos vas a ver y no nos vas a derrotar! ¡El nos quiere a nosotros y no a ti! Cada grito me entraba como un cuchillo al costado. Se que seguirán intentando pero por ahora estaban en el piso y por allá se quedarían.
Salí corriendo en tu dirección. Otros dos estaban a punto de agarrarte. Su camioneta de ellos estaba lista para secuestrarte. Me agarre con ellos. Esta pelea fue aun mas intensa. ¿Sabes que creo que tu nos escuchaste tirándonos golpes? Fue exactamente en ese momento que todo lo que planeaste se fue al piso. Vi en tu mirada la frustración, el desencanto, el amargor.
Sufrí. Se me partió el corazón verte triste. Yo lo hice pero ¿sabes que? Lo haría todo otra vez. Prefiero verte triste mil millones de veces a verte muerto. Prefiero tus lagrimas que escuchar tu ultimo suspiro, prefiero tus gritos de odio al silencio de tu ausencia.
Te vi seguir a tu casa. Entraste y golpeaste la puerta. Escuche tus gritos de rabia. Pero de repente algo cambió. Desde la ventana escuche cuando cogiste el teléfono para llamarme. Tembló mi cuerpo con el sonar de mi teléfono. Todo mi cansancio, todo mi dolor, toda mi tristeza desapareció cuando escuche tu voz diciendo: papa, necesito tu ayuda….
Hijo, aquí estoy y siempre estaré. Nunca salí de tu lado… nunca te dejaré.

Tu padre

quarta-feira, junho 12, 2013

¿Cuál es nuestra misión?




Esa pregunta es lo que me hace gastar mucho tiempo pensando. ¿De verdad tienes clara la respuesta? ¿Sabes porque pregunto? Te lo explico.

Como pastor tengo que trabajar con lideres de muchas iglesias. Es mi vida, es mi pasión ese trabajo. Reunirme, planear, soñar, realizar cosas en grande con las iglesia es lo que me hace vivir locuras. Pero en todos los lugares encuentro una dificultad y siempre es la misma dificultad. La relación entre los miembros de la iglesia, los que no son miembros de la iglesia y los que ya fueron miembros de la iglesia. Es una ecuación súper difícil de ser balanceada. Mira que interesante.

Si uno no es miembro de la iglesia, todo se le perdona. Si toma, si se droga, si se prostituye, si esta en la cárcel. Se le perdona desde que acepte a Cristo y cambie su manera de vivir. Decimos que eso es evangelismo. Fantástico, así debe de ser. Es el pecador siendo encontrado por la gracia maravillosa de nuestro Señor. A esa persona, si acepta lo que le decimos, la bautizamos y pronto le damos que hacer en la iglesia. Maravilloso, dice uno. ¡Se cumplió la misión!

Pero cambiemos un poco no mas este ultimo parágrafo. Al envés de decir un no adventista digamos un ex adventista. Mira como cambia de figura la cosa. Para el ex adventista la gracia es acompañada desde mas cerca por la ley. El no era ignorante como un que nunca fue adventista. El ya conocía el evangelio cuando decidió hacer todo lo que hizo. La gracia sencillamente desaparece y toma lugar la ley, el juicio. Aparentemente deja de valer la sangre de Cristo como pago por los pecados de la humanidad y pasa a ser necesario que se derrame la sangre del  pecador también.

Por veces tengo la impresión de que vivimos una bipolaridad espiritual en relación a las personas que vienen a nuestra iglesia. A unos la gracia, a otros la ley. ¿Y a nosotros? Y desde lo mas alto de nuestro castillo cristiano construido con los ladrillos de nuestra justicia decimos: eso nunca me pasara a mi.

Vuelvo a pregunta inicial. ¿Cuál es nuestra misión? No se si usted logra hacer la conexión entre lo que escribí y la pregunta que hago. Si para ti no existe ninguna conexión entonces algo anda muy mal.

Dios nos llamo a una misión y esa es amar a nuestro próximo. Amarlo al punto de la locura, al punto de la muerte. Dios  nos llamo a buscar otros y llevarlos a los pies de Cristo y no a las bancas de la iglesia. Es el confundir nuestra misión que nos hace jueces de nuestros hermanos! (Te digo como el fanático piensa: este pastor quiere acabar con la iglesia!)

La iglesia tiene su función y su lugar importante en la vida del cristiano pero, por mas importante que sea la iglesia ella no puede ocupar el lugar de mi misión, de lo que Cristo me dijo para hacer.

Hoy día voy a la iglesia. Quiero ver a mi amigo que ya fue adventista llegando y teniendo lugar para alabar. Si puede que predique su testimonio, que cante en el equipo de alabanza, si sabe de sonido que nos ayude en los equipos, si tiene una bonita sonrisa que este a la puerta recibiendo la gente, si sabe cocinar que nos ayude con la comida. Que cuando llegue de regreso al hogar pueda llegar como un hijo recibido por sus hermanos que no se van de la fiesta y si que se gozan con el.

Bueno, por lo menos es así que pienso.